7 de mayo de 2012

Tanto Amor



Dulce amor, qué exitooooo!!!!

Tiene todo lo que tiene que tener una novela popular explosiva. Si si y si.

Un locro sin chorizo colorado, sin panceta, sin patita de chancho, sin salsa picante,s in cebolla de verdeo, perdón si escribo mal un ingrediente, no es un locro.

Un disc jockey puede ir un casamiento, cumpleaños de quince, bautismo o a animar un evento de cualquier característica, y puede pasar rock nacional, tango, paso doble, ranchera, gaitas, tecno pop, new wave, heavy metal, villancicos, los vals, brit pop, dark, folflore, árabe, dubstep, industrial, hip hop, opera, chamame, cumbia style, blues ,melódico, clásicos en castellano, himno nacional, electro tecno, trip hop, música de películas, de novelas argentinas y venezolanas, y hasta puede tener el karaoke más completo, con éxitos que van desde el Rey Pelusa hasta Celine Dion pasando por Ricky Martin y Iron Maiden (señor /a lector, Iron Maiden es una banda re heavy, y la rompen, son leyenda pero son mas bravos que la mierda, la rompen mal),puede tener todo esto, pero si no pone un tema  y en el momento justo, de Carlitos la Mona Jimenez, perdón que lo diga directamente y quizás con frío ajeno, ese, no es un disc jockey, es asi, no hay vuelta que darle.

Una novela que se da cuenta, en sus primeros capítulos, cual es la fórmula del divertimento, todo encaja a la perfección para que sea un clásico.

La columna vertebral de ese éxito, es el dominio de lo simple.

El control de lo que es fácil de digerir, la eficacia del reflejo instantáneo del público en cada escena, todo está alineado, los actores disfrutan las cosas cotidianas, de una sociedad siempre con personalidad indefinida.

La falta de perfección técnico-artístico en el concepto del armado de los capítulos, es la puerta principal al entretenimiento frente a la teve, si hay fans, si se habla de la novela, si nos gusta.

No hay grandes pretensiones, se rescata un género, que en Argentina siempre fue muy fuerte.

Quien no recuerda una novela de la cual guste o no se hablaba en todo momento de lo sucedido en cada capítulo.

Quien no se quiso perder un final, y tuve que dejar de lado un montón de cosas de laburo o la responsabilidad que sea, quien no se identificó con un personaje particular, y por último para no extenderme tanto, quien no lloro o se rio hasta morir, quien no se emocionooooo cambiando lágrimas por risas frente al desenlace de una historia o un capitulo? Quien, digan ustedes.

Desde que se inventó la teve, la novela fue el reflejo de una sociedad de consumo, a su vez ese espectador quiere romper su rutina y lo busca en la tele.

La novela, es un entretenimiento, y Dulce Amor tiene los condimentos para una ficción popular, el mensaje es directo y ahí está el secreto, será el reflejo de nuestra sociedad actual? Hay excelentes producciones de cine, cortos y series de tv, porque no rendirle homenaje a la novela chome que tanto nos gusto con la bizarreada, será por que queda al descubierto lo bizarros que somos y nos da vergüenza admitirlo? Se lo pregunto a Emilio o a Elena Bandi y vengo.



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