NO me gustó la película de Batman y explico mi por qué.
Siempre me sorprende el accionar de las personas que vive en ciudades tan
particulares como la nuestra donde las "ondas" siempre fueron mal
vistas por el sector predominante como hasta el día de hoy carajo.
Espere ver algunos darks, mas look, mas rock o esos personajes amantes de
Tim Burton, que no necesariamente tienen una onda gótica, si no que son oscuros
por dentro y fácil de detectar.
No se por qué me llaman la atención estas situaciones, producto de caminar
por un lugar comercial un domingo a la noche.
La gente ve los carteles y comen porquerías de combo. La gente piensa en el
horario de la película y no como la franquicia del cine vendiendo combos paga
el salario miserable de un empleado con gorrita.
Hay mucha gente, pero por la alfombra no se siente el ruido de sus pasos y
eso produce menos histeria.
Un cine no es el Pabellón Argentina, si el hall del pabellón tendría
alfombra, crearía otro clima antes de entrar al auditorio. No es una cuestión estética,
es el sonido de las cosas.
Menos ruido mas concentración, intriga.
Los baños de nuevo centro son huelen siempre bien, lo tendrían que saber ya
que el negocio de un shopping hace culto a la absurda imagen para poder
pertenecer, solo eso.
Todo tiene un precio alto,pero todos se distraen con el avant premier de
una película de Franchella y Cabre, todos hablan de que debe ser un moco.
Los novios llevan grandes cajas con pochoclos y ellas llevan las bebidas y
los celulares.
Un skater esta embolado por que le miran la mina y una señora (49) le dice
a su nuevo novio (56) que le gustan las películas de acción.
El diario dice que vamos a tener luna nueva grande y silenciosa, para
alumbrar la noche fría del domingo en Alto Alberdi.
Una noche ideal para una aventura nocturna. Uno sale de su casa casi
vestido y preparado mentalmente para asistir a un ritual, no para sacar a la
bruja a dar una vuelta.
Al llegar ,algunas cosas se diluyen por que en Córdoba las cosas que
tienden a buscar un lugar propio se diluyen rápido.
Mucha gente normal, mucha camisa a cuadros a “no me animo a nada estético”,
las parejas de siempre, los grupos de amigos del club, gente tranquila, gente que
nunca va a correr un riesgo, gente clásica, de una ciudad clásica. Parecía un
recreo de la facultad de ciencias económicas, bien de Córdoba, bien
conservador, gente sin sabor, gente que quizás no aprecie el oscuro mensaje de
una espera por ver una película como Batman, total hoy todo da lo mismo, todo
esta al mismo nivel.
La luna se deja ver por los techos de vidrio del shopping, la vi cuando fui
a hacer pis, el paisaje soñado acompaña la velada.
Digo esto ,por que en mi vida no todos los días espero con tanta alegría un
estreno como este ,por que como dicen los que saben de cine, cuando una película
pega y hasta el día de hoy se sacan conclusiones fuertes ,como fue
en la Batman anterior, creo que en la sala de espera uno mismo tiene tanta
intriga que esta forma ya esta produciendo cambios químicos en el
organismo, asi somos los sensibles. Empezamos a frotar las manos por el frio y
por el estreno.
No me da lo mismo todo, por eso este tipo de películas me generan esto. Va
mucho mas allá de una simple gran obra del cine.
Comimos nachos, muy buenos .
Hacía mucho frío esa noche de domingo, estaba estrellado y sin saber, recordaba
el comentario de que en las noches estrelladas de julio las heladas son crueles
no solo para los que no tienen estufas y son familias con niños y ancianos que
ruegan que se termine esta época del año donde Dios disfrazado de diablo juega
en la jardín atormentándolos con agujas, sino también para dejar el auto afuera
motivo por el cual se hace mierda la pintura y se congelan los líquidos del
motor.
Mucho frio.
En el cine había mucha gente, pero con toda esta gente daba la sensación de
estar en una galería con cine de alguna ciudad del interior, gente muy igual a
la otra. Por lo menos si la película era un moco la diversión estaba asegurada
con la tribuna.
Después estaba el sector de los que se creen que ir a ver una película
oscura y hablar del mensaje de la misma con los amigos más rockeros del barrio
les va a dar un toque de onda con tufo a chicos seguros de los que quieren.
Estaban los que hablan mucho y me jodían mucho.
No soy fanático de Batman, si no del clima de alguna de sus películas.
El guion de la última película fue tremendo.
Cuando vi el trailer de este estreno pensé rápidamente que no iba a ser un
trabajo fácil seguir la línea que marco el concepto y guion anterior .
El trailer no decía nada, no generaba nada. Solo vendía el final de una trilogía,
no una historia en si. Entones todos dijimos uhmmmm.
Al ver la primeras escenas del adelanto, uno necesita sorprenderse con un
villano que este a la altura del ultimo guason.
No que quiera ser otro Guasón, si no que un personaje genere un impacto
intenso con el público, un villano psicologico,que genere miedo diciendo
verdades,gesticulando.
Un villano que continúe la línea psicótica inteligente.
Daba la sensación de ver un villano de una película de Jean Cloude Van Dame
o no se si se escribe así.
Un malo choto.
Los efectos sonoros son buenísimos, el sistema de sonido es de alta gama, es
entretenida y tiene acción, pero el villano es choto.
Cuando una película de superhéroes tiene un villano que pierde aceite, la película
huele mal, es la famosa sopa sin sal, como la gente que estaba en el cine.
Es como si el director la pensó a la película mientras hacía la lista de
cosas que se tenia que llevar de vacaciones, o haciendo la lista del super, o
enamorado, no se, pero anda por ahí.
Falto prestarle atención a la columna vertebral de la película: lo oscuro.
La película no transmite oscuridad, Batman vive en un mundo oscuro no
en una tienda de comics de un shopping con rugbiers comprando regalos para sus
novias.
Batman destila desenfreno, no la tranquilidad de decirles a papa y mama
que la nena va a ser abogada como papa cuando se le termine la
fiebre del indie rock y romper con su novio que es tatuador y toca en una banda
al estilo Two Doors Cinema Club que tiene pantalón chupín zapatos con cordones
marrones y bigote finito.
Faltó de lo que no se habla fácilmente, lo que no se detecta fácilmente.
El misterio que atrapa, la llave que abre la puerta a jugar con nuestras
propias locuras imaginarias dentro de una película saboreándola a criterio
propio.
A veces las ideas se escapan por la puerta trasera.
Algo faltó.
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